Esta película de Pía Andell me hizo pensar cuántas versiones habrá de cada guerra. Si cada finés hubiera tenido una cámara 8mm durante la Guerra de Invierno, entonces esta película tal vez no sería tan especial. Si los esposos arquitectos no hubieran tenido una 8mm, para nosotros esta guerra no sería tan especial.
La película tiene un toque cálido, uno casi olvida que hubo muertos y ciudades destruidas porque se habla de lo cotidiano: una mujer que le cuenta a su marido sobre el comportamiento de los hijos, las preocupaciones para traer el pan a casa, echar de menos a un ser amado cuando no se sabe si regresará pronto…
Me gustó mucho Y en Vyborg porque verla dejó marcada en mí la experiencia de un amor inagotable en medio de tanta destrucción y odio. Un matrimonio que dio sentido (como personas) a un lapso en la historia del mundo en el que primaba un sinsentido: la guerra. Es curioso cómo el tiempo puede ser tan relativo. Como si el tiempo de la guerra y el de ésta familia hubiesen sido paralelos, sólo se unía a trozos, mediante las cartas entre la señora Mirri y el señor Y.
La película tiene un toque cálido, uno casi olvida que hubo muertos y ciudades destruidas porque se habla de lo cotidiano: una mujer que le cuenta a su marido sobre el comportamiento de los hijos, las preocupaciones para traer el pan a casa, echar de menos a un ser amado cuando no se sabe si regresará pronto…
Me gustó mucho Y en Vyborg porque verla dejó marcada en mí la experiencia de un amor inagotable en medio de tanta destrucción y odio. Un matrimonio que dio sentido (como personas) a un lapso en la historia del mundo en el que primaba un sinsentido: la guerra. Es curioso cómo el tiempo puede ser tan relativo. Como si el tiempo de la guerra y el de ésta familia hubiesen sido paralelos, sólo se unía a trozos, mediante las cartas entre la señora Mirri y el señor Y.
