James Benning aborda dos crímenes analizando detalladamente el contexto natural y social en el que ocurrieron: un elegante barrio californiano y el lugar más frío y deprimente del norte de Wisconsin.
Con una imagen sobria y austera, pero muy precisa, en la que nada se abandona al azar, Benning examina lo que no está, lo que falta, el enorme vacío que existe en el entorno de los protagonistas. Un vacío contagioso que se instala por igual en el mundo interior de dos personas muy distintas –una adolescente y un hombre de cierta edad- que sólo tienen una cosa en común: la ausencia que empapa todo cuanto les rodea; una soledad total que es superior a ellos y que termina por traducirse en severas enajenaciones mentales.
Landscape Suicide lanza una batería de preguntas sin respuesta sobre lo que no tenemos, lo que se nos escapa, lo que no comprendemos o lo que no podemos explicar exactamente. Qué es lo que falla alrededor nuestro, qué nos falta, dónde está ese vacío y cómo nos afecta y nos condiciona a cada uno. Benning presenta esta situación y la lleva al extremo centrándose en dos casos concretos, con circunstancias antagónicas pero con idéntico desenlace: una respuesta violenta y un asesinato estremecedor.
A mí me ha convencido. Landscape Suicide volverá a proyectarse el Jueves 19 a las 22.30 cines de Carlos III.
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5 comentarios:
Creo que tendré que pasarme...
Interesante la sesión de hoy, ¿no os parece?
No me acabó de convencer este particular docudrama estilo Benning, aunque desde luego es diferente.
Echo de menos que hables del recurso a los actores, algo inusual en el resto de sus películas. Aunque muchas de ellas tienen mucho de puesta en escena también, pero mucho más tenue.
La película me pereció muy inquietante... y el director, un genio.
¿Genio, por qué? ¿Porque no entendías bien lo que te quería contar, y por eso crees que te supera; o por que encuentras su discurso como algo genuino, único y/o verdadero?
Cuando vi la película me sentí fatal porque la niña se veía muy dañada y el otro señor también. Tardé en entenderla, sí. Descubrí que quería pintar el interior de los personajes por medio de los paisajes (desiertos, por cierto).
¿Ves? Los dos tienen en común que son personas que temen a su realidad, que no les gusta. Los dos niega recordar qué fue lo que pasó, cómo lo hicieron. En el caso de la chica, sólo hace un recorrido por los lugares antes del crimen, pero en el caso del cazador de ardillas rojas sí muestra cómo descuartiza al venadito. A ver, eso no me parece genial, lo que me parece genial es la FORMA de contarlo y lo que pretende decir.
Entiendo que las pelotas de tenis son como la repetición, un ciclo, la Historia. Gente que viene a la vida, cruza la línea y se acerca al suelo, hasta que muere, una y otra vez. Y capté el aislamiento de esa gente. No es que los excuse, pero con los paisajes muestra con más fuerza lo que las propias palabras eran incapaces de expresar.
Por eso dije que el tema de la película me pareció muy inquietante pero pienso que él es un genio porque creo que a Benning no lo importa si lo entendiste o no, eso lo da por hecho (es bastante explícito); lo que le "obsesiona" no es narrar l que pasó, sino PINTARLO con paisajes "comunes". Transmite un estado interior, no? ¿Tú qué pensaste con la película?
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